Dolor de rodilla o “rodilla del corredor”
La literatura médica describe a la condromalacia rotuliana como el reblandecimiento y descomposición de la superficie cartilaginosa localizada en la cara posterior de la rótula, por consecuencia del roce del cóndilo femoral sobre la misma; o bien, por un crecimiento anómalo del cartílago. También se le denomina "rodilla del corredor", por ser muy común entre los corredores de atletismo (Dryburgh, 1988). Nombres alternativos: Síndrome femororrotuliano; Dolor de rodilla y condromalacia.
Es una causa común de dolor anterior de rodilla por desgaste, padecida especialmente en niños y adolescentes que crecen muy rápido, deportistas y personas sedentaria que sobrecargan la rodilla y personas con insuficiencia en los músculos extensores de la rodilla (cuádriceps). Esta afección es más frecuente en mujeres que en hombres (Haspl et al, 2001), y puede estar relacionada con una posición anormal de la rodilla.
Los síntomas externos son: sensación de rozamiento o fricción al extender / flexionar la rodilla y dolor en la parte delantera de la rodilla, el cual empeora después de estar sentado durante un tiempo prolongado o al subir escaleras (Dehaven, 1980). Puede ir acompañado de crujidos o chasquidos al tacto (Shahady and Petrizzi, 2004).
La condromalacia se debe principalmente al debilitamiento del cartílago de la rodilla, y hay causas específicas que pueden acelerar su presencia:
Golpes muy fuertes sobre las rodillas flexionadas.
Desgaste por uso excesivo en actividades deportivas.
Adoptar una forma de caminar que lastima a las rodillas. Este problema tiene su origen tanto por problemas anatómicos del pie o piernas, como por el uso de tacones altos; por ello se considera que las mujeres están más expuestas que los hombres.
Personas que previamente han sufrido alguna dislocación, fractura u otra lesión en la rótula, son más propensas a desarrollar condromalacia.
El diagnóstico debe realizarlo un especialista (ortopedista o reumatólogo). Cualquiera de estos especialistas podrá examinar la rodilla para determinar alteraciones en el movimiento, problemas en la alineación de la pierna, estado de los músculos y tendones, así como posible presencia de roces audibles o palpables.
El tratamiento inicial (efectivo en 85% o más de los casos), consiste en disminuir el dolor y la hinchazón mediante el uso de antiinflamatorios, reposo y en ocasiones, aplicando calor local. Posteriormente se puede iniciar un programa de rehabilitación física, para corregir los problemas de flexibilidad, fuerza, alineamiento y balance muscular, basado en una rutina de ejercicios específicos encaminados a fortalecer el cuádriceps, ya que los músculos más fuertes ayudarán a sostener la rótula en la posición correcta.
Una recuperación total se consigue en un lapso que va de dos a seis meses, siendo que en las primeras ocho semanas no podrán realizarse deportes ni actividades físicas extremas, evitando también todo tipo de flexiones para no generar tensión en la rodilla. Si el tratamiento no diera el resultado esperado, o si desde el diagnóstico inicial los daños son graves, deberá realizarse una cirugía. La condromalacia rotuliana generalmente mejora con antiinflamatorios y terapia. Para las pocas personas que necesitan la cirugía, esta suele ser eficaz en la mayor parte de los casos.
Algunas recomendaciones para reforzar su tratamiento:
Evitar correr cuesta abajo (mejor caminar).
Cambiar a superficies más suaves para correr (tierra, tartán, césped, etc).
En lugar de correr hacer bicicleta o nadar.
Bajar de peso.
Usar vendajes para alinear la rotula.
Usar plantillas para corregir pie plano.
Por ultimo, los especialistas recomiendan que ante un cuadro de molestias y dolor persistente en la rodilla, se inicie de inmediato el tratamiento ya que en la gran mayoría de los casos atendida a tiempo esta dolencia puede revertirse. Asimismo, esta indicado para grupos de riesgo (atletas corredores, personas sometidas a mucho estrés y carga de trabajo, adultos mayores, personas con sobrepeso, etc), reducir posibles impactos y esfuerzos excesivos con las rodillas, además de que es ideal mantener los músculos de las piernas fuertes y flexibles.
Fuente: José manuel N.
