Las hernias deportivas son consideradas lesiones por "sobreuso", que afectan mayormente a los hombres que practican deportes donde intervienen fuerzas de cizallamiento entre las hemipelvis y donde existe un disbalance muscular a expensas de aductores desarrollados y abdominales relativamente débiles. Los movimientos deportivos que dan origen a hernias son: arranques, pivotear, patear y los cambios de dirección; los deportistas mayormente afectados son los futbolistas, tenistas, rugbiers, corredores, jinetes y jugadores de hockey.

Usualmente no hay causa aparente para el desarrollo de la hernia, aunque algunas veces están asociadas con el hecho de "levantar objetos pesados". Ocurre cuando una parte de un órgano intraabdominal protruye por un punto débil o desgarro, en la delgada pared muscular que sostiene los órganos del abdomen. Aunque la hernia inguinal no es prevenible, se puede actuar sobre los factores de riesgo que favorecen su desarrollo, como son la obesidad, el hábito de fumar que de forma indirecta produce bronquitis crónica con tos persistente, el estreñimiento crónico o con hipertrofia prostática, la cual ocasiona esfuerzo para orinar. El tratamiento de dichas condiciones puede disminuir el riesgo de desarrollar hernia. También puede existir una predisposición genética para que ésta se presente.

Las hernias inguinales pueden provocar una restricción del abastecimiento de sangre hacia el intestino herniado a través de dicho defecto y, como consecuencia, causar una emergencia médica. La cirugía es el único tratamiento con el que se puede reparar una hernia de manera permanente. La cirugía puede tener más riesgo para pacientes con problemas de salud graves. Si la hernia es pequeña y no está provocando síntomas, el cirujano posiblemente sólo tenga que vigilarla para asegurarse de que no esté creciendo o causando problemas. La cirugía por lo regular se emplea para hernias que:

Se estén agrandando

Sean dolorosas

No se puedan reducir sin cirugía

Puedan comprometer un pedazo de intestino atrapado

Los especialistas afirman que las hernias se pueden reparar actualmente, por medio de una cirugía abierta o usando laparoscopia (cámara). Las ventajas de dicho procedimiento, comprenden incisiones quirúrgicas pequeñas, recuperación más rápida y menos dolor después de la intervención. También aconsejan a las personas aquejadas de una hernia inguinal, acudir lo más pronto posible al médico para su evaluación y así poder recibir el tratamiento quirúrgico oportuno, a fin de evitar serias complicaciones.

Fuente: José Manuel N.