Aún con asma puedes ejercitarte
El asma es un trastorno que afecta los pulmones y periódicamente causa falta de aire, presión en el pecho y que éste silbe cuando respiras, y ataques de tos, sobre todo en la noche o por la mañana. Puede ser hereditaria, pero bien a bien no se sabe qué la ocasiona ni tampoco cómo curarla. Se puede controlar mediante un tratamiento médico y evitando estar expuesta a los agentes que pueden producir un ataque de asma como pueden ser: ácaros, polvo, humo de cigarro, polen, etc. Estos se conocen como factores desencadenantes del asma.
Durante mucho tiempo se ha pensado que la práctica de ejercicio físico no es recomendable para las personas asmáticas, debido a que en muchas ocasiones se ha relacionado la aparición de los síntomas con el inicio de la actividad física; y aunque en ocasiones pudiera llegar a pasar, también es cierto que la combinación de un acertado tratamiento farmacológico y la elección de una correcta rutina física, puede ser altamente beneficioso para disminuir los síntomas y mejorar notablemente la calidad de vida de los pacientes.
Beneficios de la práctica de ejercicio para personas asmáticas:
* Contribuye al alivio de la dificultad para respirar, disnea.
* Ayuda a disminuir la ansiedad y nerviosismo ocasionado por los ataques asmáticos.
* Conserva en mejores condiciones las funciones respiratorias, mejora la demanda ventilatoria y la capacidad aeróbica.
* Se mejora la absorción de oxígeno.
* En los niños asmáticos, ayuda a mejorar el desarrollo mental y físico, proporcionándoles beneficios psicoemocionales ya que los integra mejor dentro de su grupo social y les enseña a prepararse para una vida saludable al llegar a la edad adulta.
* Aumenta la movilidad corporal e incrementa la amplitud articular.
* Ayuda a crear una imagen corporal más positiva.
* La persona aprende a reconocerse y a aceptar sus propias posibilidades y limitaciones, lo que favorece la confianza en sí misma.
* Logra aumentar la sensación de bienestar alejando así la depresión y ansiedad.
Recomendaciones antes de iniciar tu rutina de ejercicio:
* Uso previo de broncodilatadores, si el médico lo recomienda.
* Evitar la práctica de ejercicio en ambientes fríos, secos y/o contaminados.
* Calienta suavemente, de 10 a 15 minutos, antes de iniciar.
* Realiza ejercicios que no exijan esfuerzo por más de 5 minutos continuos.
* Realiza un enfriamiento pausado que evite el cambio de temperatura bruscamente.
* Sé constante, ejercítate de tres a cuatro veces por semana.
Ejercicios que se recomienda practicar:
* Natación: las albercas cubiertas ofrecen un ambiente templado y húmedo, evitando así el enfriamiento de las vías aéreas con lo que los bronquios no pierden humedad. La natación por sí misma es una buena terapia respiratoria, solo evita el alto contenido de cloro pues puede ser irritante.
* Yoga: su práctica enseña a controlar la respiración así como también aprendes el arte de la relajación.
* Karate, Judo, Taekwondo, etc.: las artes marciales son una buena opción porque son de corta duración y al practicarse en lugares cerrados evita el contacto con factores que pudieran desencadenar un ataque.
Así que si tú sufres de asma y no te animas a hacer ejercicio, te invito a que consultes a tu médico y te propongas intentarlo, los beneficios que puedes obtener serán grandiosos.
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