Cuando uno de estos lados es más fuerte que el otro, hay un desequilibrio muscular. Es decir, mientras un lado es más corto y fuerte, los músculos del otro lado se vuelven más débiles, largos y flexibles. Entre más cortos sean los músculos de un lado, el cuerpo será jalado fuera de su posición natural, por lo que este terminará haciendo los ajustes necesarios para compensar dicho desequilibrio. Esto se puede traducir en:

• Dolor articular

• Dolor de Espalda

• Dolores musculares

• Hernias discales

• Pinzamiento del hombro y tendinitis del manguito rotador

• Dolores de cabeza y de cuello

• Dolor de alguna rodilla

• Nervios pinzados

• Lesiones Deportivas

Regresando a la analogía de la bicicleta, si uno de tus brazos es ligeramente más corto que el otro, tendrías que ajustar la posición de conducción ligeramente para seguir montando en línea recta. Bueno, pues lo mismo sucede con los segmentos musculares.

Los principales grupos musculares trabajan en parejas y los pares de músculos tienen que ser equilibrados en términos de fuerza y flexibilidad. Por ejemplo, podemos flexionar el brazo gracias a la acción del bíceps, pero como su antagonista es el tríceps, este deberá estar dispuesto a estirar el bíceps para extender el brazo y regresarlo a su posición inicial. De ese modo se trabajan los dos pares de músculos manteniendo un equilibrio.

El equilibrio muscular es un componente básico para la prevención de lesiones. Ya sea que levantes pesas, practiques yoga, natación, carrera, ciclismo o realices cualquier actividad físico deportivo, es necesario centrarte en tu equilibrio muscular.

Al mantener tus músculos equilibrados, tendrás mejor simetría corporal y mejor postura. Por ejemplo, los hombres que solo trabajan los pectorales abandonando los músculos de la espalda, sus hombros tienden a inclinarse hacia delante, con posible dolor de espalda superior por la misma tensión.

En gente que no es deportista, también su rutina en la vida diaria les puede causar un desequilibrio muscular. Todos estamos acostumbrados a utilizar con mayor frecuencia los grupos musculares frontales al levantar objetos, caminar, correr, empujar, manipular, etc. Usamos más los bíceps que los tríceps debido a la elevación del brazo contra la gravedad, el psoas-iliaco es más usado que los glúteos debido a que caminamos al frente, o simplemente no es más fácil empujar que jalar. Contamos con más rango de movimientos frente a nosotros para hacer cosas, pues podemos ver fácilmente lo que estamos haciendo.

Existen otras condiciones que también pueden afectar: posiciones inadecuadas al trabajar, en la escuela o durmiendo. Pueden ocurrir repentinamente, pero por lo regular se desarrollan lentamente comenzando con un problemita o rigidez leve. Después los síntomas suelen empeorar con el tiempo.

Como resultado de estos desequilibrios musculares, tenemos que trabajar la otra mitad de la pareja y el otro lado para mantener un buen equilibrio muscular. Existen muchas formas de hacerlo, pero una de las más recomendables es trabajar con peso libre (sobre todo con mancuernas), para igualar la fuerza en ambos lados del cuerpo. También las máquinas de peso integrado son una excelente opción. El estiramiento es básico en deportistas y no deportistas para corregir el desequilibrio muscular. Pilates es una alternativa que puede dar excelentes resultados. Asesórate con un entrenador especializado para que te ponga un programa adecuado.

Si con esto no mejora tu desequilibrio muscular, al igual que con todas las condiciones neuro-músculo-esqueléticas, será necesario que tengas una evaluación específica. Debes saber que tipo de estructuras están implicadas en el problema (articulaciones, vértebras, músculos, tendones, nervios y ligamentos). La rehabilitación es otra excelente opción junto con los cambios necesarios en el estilo de vida. Tu médico será quien determine cual es la mejor opción para ti.