3. Ayúdale a otra persona. Cuando asumes responsabilidades con otras personas, obtendrás la capacidad para hacerlas muchísimo mejor. Si te propones ayudar a gente que quiere hacer ejercicio, tus labores de motivación se convierten en retos que podrás lograr y así obtener mayores beneficios en el ejercicio. Esto no lo debes ver como una carga extra, sino como una nueva oportunidad de crecimiento personal.

4. Escucha música. A mucha gente le motiva escuchar su música favorita mientras realiza su ejercicio.

5. Practica actividades que disfrutes. No necesariamente debes ir al gimnasio para ponerte en forma. Puedes subir montañas, patinar, ciclismo, nadar, jugar fut, básquet, tenis, etc. Estos son claros ejemplos de actividades que puedes disfrutar quemando muchas calorías.

6. Piensa que moviéndote generas más energía. Haciendo ejercicio tendrás mayor energía, serás más activo, podrás realizar otras tareas sin cansarte y mejorarás tu calidad de vida.

7. Monitorea avances. Llevar una bitácora donde registres mes a mes tus progresos personales (peso, medidas, porcentaje de grasa, musculo, fotos, etc.), es una excelente manera de mantenerte motivado. También puedes monitorear tus mejoras como deportista (distancias recorridas, pesos levantados, horas semanales, etc.).

8. Disfruta tus resultados. Escuchar a tus familiares y amigos decirte que te ves muy bien, más sano, delgado, con buena figura y esbelto, ¡eso es una gran motivación!

9. Prémiate. Una vez que logres tus primeros resultados, recompénsate con un regalo. Por ejemplo, cómprate un pantalón que te haga lucir increíble, unos buenos zapatos, una corbata, etc.

10. Siente como tu salud mental mejora. Según varios estudios, realizar ejercicio físico incrementa la sensación de bienestar, combate el estrés, reduce la ansiedad, quita la depresión y mejora los patrones del sueño.