Cualquier tipo de actividad física puede lesionar tus músculos, causando rigidez, inflamación y dolor. De acuerdo con los especialistas, los músculos sólo pueden crecer y ser más fuertes después de una recuperación completa. Por lo tanto, es vital para tus músculos recuperarse entre cada entrenamiento. Además, si entrenas y no te recuperas adecuadamente, puedes causarte alguna lesión que pospondrá tu actividad física por un buen rato.
Para obtener la recuperación completa de un músculo, es imperativo darle el tiempo necesario para que se repare él mismo, independientemente si eres un deportista habitual o uno que comienza. Los entrenamientos (cualquier nivel), provocan estrés en el organismo, del que sólo se puede recuperar mediante un buen descanso. Existen algunos "trucos" que pueden hacernos mejorar la recuperación. Por ejemplo, hay hábitos que nos ayudarán a descansar mejor y a que nuestros músculos aprovechen los nutrientes para recuperar y reforzar su estructura, y así estar listos para un nuevo entrenamiento. No importa cuál sea tu nivel de acondicionamiento físico, siempre podrás volver a tus entrenamientos siguiendo estas sugerencias:
Estira muy bien tus músculos antes y después de cualquier actividad física. Por lo menos 20 minutos. Cuando estés haciendo estiramientos es importante llevarlos hasta donde te sientas cómodo. Tan pronto como sientas alguna molestia, detente y vuelve a la posición inicial. Estirarse de más puede conducir a roturas de ligamentos, sobe todo después de un fuerte entrenamiento. Muévete suave y controladamente para evitar lesiones.
Descansa entre los entrenamientos y permite que tu cuerpo consiga la cantidad recomendada de sueño, que es entre siete y ocho horas por la noche. Los músculos no se recuperarán si no tienen tiempo para descansar.
Toma suplementos para ayudar a la recuperación del músculo si sientes que necesitas resultados más rápidos o mejores. Los nutrientes que se toman a menudo en forma de suplementos incluyen monohidrato de creatina, glutamina, leucina, L-carnitina, vitaminas B, C y E, además de magnesio. Recuerda que debes hacerlo bajo supervisión médica.
Fuente: José Manuel N.